Disciplina y cuidado.

08. 10. 2018
V congreso internacional de exopolítica, historia y espiritualidad

Ellos son ¿La disciplina y la diligencia son buenas para la vida? Mucha gente en nuestro mundo moderno no está muy segura de esto. Entonces sentimos que tenemos que comportarnos de acuerdo con ciertas leyes, estamos sujetos a ellas, y esto es precisamente en un momento en el que finalmente tenemos un poco más de ese libre albedrío. Puede parecernos que está intentando dirigirnos y restringir nuestra libertad.

Diligencia y voluntad

Pero existe la oportunidad de mirar el cuidado y la diligencia desde un ángulo completamente diferente. Sin disciplina diaria no tendríamos artistas tan grandes que nos aportan alegría y placer con su trabajo. De la misma manera, podemos aquietar nuestros pensamientos y entrenar nuestra mente, porque la diligencia es una forma de devoción a lo que amamos. Entonces, si combinamos esta diligencia y dedicación, y encontramos en nosotros mismos la inspiración para el trabajo en cuestión, podemos disfrutar del trabajo duro.

Sin embargo, debido a las condiciones generales de existencia, nunca nos fue fácil desarrollar nuestra propia iniciativa e independencia. Los profetas y los notables se vieron obligados a ampliar esta disciplina mediante la intuición. Quienes estaban protegidos de esta manera se sentían más seguros. Las enseñanzas dadas le resultaron más accesibles.

Pero hoy ya podemos sentirnos incómodos, limitados por reglas escritas. Descubrimos y nos damos cuenta de que las reglas de lo que podemos y no podemos hacer, de lo que podemos y no podemos comer, ya no son aptas para todos. Por eso es bueno darse cuenta de por qué se crearon estas enseñanzas y ajustarlas de acuerdo con su propio camino.

La disciplina

La disciplina es una actitud, no es un don de la naturaleza y, por lo tanto, algo con lo que nacemos. Entonces cada uno de nosotros puede hacer algo al respecto.. Ser diligentes y dedicados, ya sea en nuestro trabajo, en construir un negocio, en nuestros intereses o en ser buenos padres y amigos, nos ayudarán a tener éxito. Pregúntele a cualquiera que sea un modelo de éxito para nosotros: empresarios exitosos, artistas famosos, actores o líderes espirituales; todos le darán la misma respuesta en términos de su actitud hacia la disciplina y la dedicación.

La parte más difícil es sentir que tenemos el control de nuestra mente. Cuando fallamos, perdemos la fe y nos sentimos deprimidos en ese momento. Pero no hay necesidad de ser duro contigo mismo, tener control sobre tu mente es una de las cosas más difíciles, y la disciplina es la medicina para desarrollarlo. Y cuando nos rendimos, no caigamos inmediatamente en un sentimiento de desesperanza. Seamos conscientes de nuestras propias reservas y comprendamos que pase lo que pase es normal. Hagamos una pausa y volvamos a la actividad.

Si nos decimos a nosotros mismos que queremos hacer algo y luego no lo hacemos o lo posponemos, la inseguridad y la negatividad no harán más que crecer. Así como las flores necesitan riego para crecer y estar sanas y vitales, también nuestros votos necesitan suficiente actividad. Tal actividad para que se puedan desarrollar las posibilidades que trae la actividad dada. Necesitamos atender a nuestra inspiración y propósito con voluntad y alegría, en lugar de bajo presión. Cuando empezamos a forzarnos a hacer algo, debemos mirar hacia atrás, a nuestra inspiración y la razón por la que hacemos lo que hacemos y reevaluar la dirección establecida. Si hacemos nuestro trabajo por obligación, se convierte en una carga que nos arrastra hacia abajo.

Así que tratemos de abrir nuestros corazones y mentes y confiar en el flujo de vida que nos guía.

El autor del artículo es un maestro espiritual y líder de la orden Drukpa de 1000 años de antigüedad en el Himalaya.

Artículos similares